A raíz de otro artículo muy interesante de la revista Panace@(1), me gustaría hablar más en profundidad del programa de traducción asistida (al que también me he referido en varias ocasiones como programa de memoria de traducción) Déjà Vu. Aunque lo he mencionado con mucha frecuencia a lo largo de las entradas del blog y aunque ya hablé de las funciones básicas de un programa de memoria de traducción (Traducir mediante una memoria de traducción: funciones y herramientas básicas), este artículo me ha servido para tener una visión más amplia de este programa y, por ello, me gustaría compartir en este blog todo lo que he aprendido en dicho artículo.
La novedad con respecto a otros sistemas de traducción asistida radica en que utiliza de forma inteligente la memoria de traducción, la base de datos terminológica y el lexicón para ensamblar las traducciones de varios segmentos más pequeños en uno solo más grande: el programa intuye como si fuera un traductor humano y realiza lo que se denomina deep mining (ver término 19 de Términos claves de Informática Aplicada a la traducción). Además, como también he mencionado en varias ocasiones, el programa puede trabajar con la mayoría de formatos de archivo, dado que, en su interfaz, solo presenta el texto que va a traducirse y cualquier información codificada del texto origen la protege para que no pueda alterarse (de esto también hablo en la entrada dedicada a las funciones de los programas de memorias de traducción).
En qué consiste Déjà Vu
El autor del artículo comienza en su introducción definiendo las características de Déjà Vu: debido a que combina la tecnología de las memorias de traducción con las técnicas de traducción automática, permite mejorar tanto la productividad del traductor como la coherencia en su trabajo. Asimismo, con este programa puede realizarse una gestión de proyectos de forma eficiente.La novedad con respecto a otros sistemas de traducción asistida radica en que utiliza de forma inteligente la memoria de traducción, la base de datos terminológica y el lexicón para ensamblar las traducciones de varios segmentos más pequeños en uno solo más grande: el programa intuye como si fuera un traductor humano y realiza lo que se denomina deep mining (ver término 19 de Términos claves de Informática Aplicada a la traducción). Además, como también he mencionado en varias ocasiones, el programa puede trabajar con la mayoría de formatos de archivo, dado que, en su interfaz, solo presenta el texto que va a traducirse y cualquier información codificada del texto origen la protege para que no pueda alterarse (de esto también hablo en la entrada dedicada a las funciones de los programas de memorias de traducción).
Qué tiene Déjà Vu que no tengan otros programas de traducción asistida
Tras un análisis de las funciones básicas de Déjà Vu, el autor pasa a lo que nos interesa: las funciones específicas de Déjà Vu.1. Escaneado (scan)
En primer lugar, habla de la función de escaneado, esto es, el programa busca si existen correspondencias exactas o aproximadas de los segmentos que se está traduciendo y, en el caso de que sí las haya, incluirá dichas traducciones (para más información, pueden verse las coincidencias totales y parciales o fuzzy matching, 12, y la autopropagación, 13, en esta entrada). Asimismo, puede reparar de forma automática las coincidencias aproximadas o la traducción automática basada en ejemplos. Después de todo este proceso, el programa puede realizar su propia traducción basándose en distintos segmentos, convirtiendo el segmento origen y el segmento meta en una coincidencia exacta, exact match (realizando el ya mencionado deep mining).2. Ensamblado (assemble)
Esta función (exclusiva de Déjà Vu) consiste, como acabo de explicar, en combinar fragmentos menores para conseguir traducir segmentos que solo tienen una coincidencia parcial, también partiendo de toda la información contenida en sus bases de datos.
3. Pretraducción (pretranslate)
La función de pretraducción es especialmente útil en el caso de textos muy repetitivos, en los que lo más recomendable es traducir el proyecto de forma automática y, después, revisarlo. Si a esto le añadimos que Déjà Vu busca las coincidencias (totales y parciales) para cada oración, el resultado será de mejor calidad, ya que, para ello, selecciona la mejor traducción (una coincidencia exacta garantizada, guaranteed exact match, una exacta, exact match, o una aproximada, fuzzy match).
4. Propagación (propagate)
Una vez más, esta función es adecuada para proyectos extensos y repetitivos. Como he explicado a propósito de la autopropagación, el programa buscará segmentos similares o iguales a los ya traducidos y solicitará una confirmación para insertar una coincidencia aproximada autorreparada (self-repaired self-match).
5. Autobúsqueda (autosearch)
También he hablado de esta función en una de las entradas dedicadas a los términos claves de la asignatura. En resumen, el programa realiza una búsqueda automática de términos, segmentos y términos almacenados para poder aplicar su correspondiente traducción al texto que se está traduciendo. Asimismo, muestra su correspondiente información contextual, lo que es de gran ayuda.
6. Gestión de proyectos
Un aspecto muy interesante es el hecho de que Déjà Vu permite realizar gestiones de proyectos (sobre los que hablé aquí y aquí). De esta forma, pueden crearse proyectos satélites, también conocidos como Pack&Go: se trata de pequeños archivos monolingües que pueden reimportarse al proyecto plurilingüe principal y que pueden transportarse con facilidad debido a que no contienen información sobre formato o imágenes. También pueden distribuirse pequeñas bases de datos (cuyo contenido haya seleccionado previamente el gestor) para facilitar el trabajo del traductor y asegurarle coherencia, además de que el gestor también se asegurará de que las memorias de traducción y las bases de datos terminológicas no se dispersarán entre los distintos traductores.
Asimismo, el gestor de proyectos puede asignar derechos de acceso individual a cada miembro de un grupo de traductores, para que cada uno trabaje solo en lo que se le ha asignado y no modifique el trabajo de los demás, sin por ello dejar de ofrecerles el texto en su conjunto. Incluso puede agregar información a los segmentos o responder a las dudas que puedan tener los traductores mediante la función de comentario (comment).
7. Control de calidad
Esta función, como su nombre indica, permite verificar que la terminología o los códigos, por ejemplo, se han utilizado de forma adecuada e, incluso, puede mostrar, si las hay, otras opciones de traducción de determinados segmentos o términos. Esto beneficia tanto a los traductores (cuyas traducciones serán de mejor calidad) como a los gestores (que podrán asegurarse de que los traductores han seguido sus instrucciones y que también podrán corregir cualquier fallo u omisión).
8. Entorno integrado
Con esto, el autor del artículo que estoy comentando se refiere a que todas las tareas pueden realizarse en la misma interfaz de usuario del programa, dado que esta se adapta a cualquier necesidad. De hecho, el usuario puede incluso definir y personalizar sus propias barras de menú, atajos del teclado, esquemas de color, ventanas de herramientas...
Así, algunas de estas funciones son la ya mencionada autobúsqueda (recordemos que basta con pulsar la combinación de teclas Ctrl. + el número del término para incluirlo de forma automática en el segmento) y características propias de cualquier procesador de textos, como autocorrección y autotexto (similares a las de Microsoft Word), y corrección de ortografía de hasta 14 idiomas (si se trabaja con otro idioma, basta con utilizar el corrector de Word de ese idioma que, por supuesto, tiene que estar instalado). Incluso es posible utilizar los atajos comunes de Windows (copiar, cortar, pegar, buscar, reemplazar, seleccionar texto y las muy útiles y necesarias deshacer y rehacer).
9. Formatos de archivo admitidos
Déjà Vu admite prácticamente todos los formatos de archivos a excepción de algunos como el .pdf (que es cierto que da problemas de compatibilidad a la mayoría de los programas, sean de lo que sean). Recordemos, asimismo, que el programa utiliza una especie de filtro, de forma que, mientras se está traduciendo, solo muestra la parte escrita del texto (o proyecto) origen y, una vez que se ha traducido, exporta el texto meta con el mismo formato del texto (o proyecto) original. También hay que añadir que permite que el intercambio de las bases de datos terminológicas y de las memorias de traducción se haga fácilmente (además de que siempre puede recurrirse al formato .tmx para exportar las memorias de traducción).
10. Administración de las terminologías
Sobre este aspecto no tengo nada más que añadir, dado que ya lo he dicho todo en entradas como esta. Sin embargo, sí debo decir que Déjà Vu puede personalizar los términos almacenados por categorías y atributos e incluso por clientes, algo que es muy útil. Incluso ofrece la posibilidad de incluir relaciones de sinonimia y antonimia entre términos de un mismo idioma.
11. Mantenimiento de las bases de datos
A pesar de que sobre este aspecto tampoco tengo mucho que añadir, solo mencionaré que los glosarios son multilingües y multiámbitos y que, además, el idioma de origen de una base de datos puede convertirse en el idioma meta de otras, lo que resulta de gran utilidad. Asimismo, también pueden importarse y exportarse glosarios y memorias de traducción para intercambiarlos con otros traductores o enviárselos al cliente.
12. Alineación
Déjà Vu también cuenta con una herramienta para realizar alineaciones de segmentos que, a continuación, podrán agregarse a la memoria de traducción (para más información sobre la alineación, ver esta entrada).
13. Lexicón del proyecto
También he comentado esta función en varias ocasiones (por ejemplo, en esta entrada, además de en otras ya citadas) a propósito de que supone una herramienta muy útil para garantizar la coherencia en el uso de la terminología. Déjà Vu es capaz de realizar una extracción terminológica de forma automática, a partir de la que puede crearse un lexicón.
Además de esto, Déjà Vu puede traducir los lexicones de forma automática para así crear bases de datos a partir de proyectos ya existentes. Esto, como es lógico, también afecta a la calidad de la gestión del proyecto de traducción, puesto que el gestor puede distribuir un glosario unificado a todos los miembros de un equipo de traducción y la calidad de la traducción final y el trabajo del traductor serán mucho mejores.
Podría concluir que este artículo dedicado a las distintas funciones específicas de Déjà Vu me ha sido de gran utilidad para ampliar mis conocimientos sobre dicho programa; de hecho, había funciones que no conocía, pero incluso sobre las que ya conocía he descubierto nuevos aspectos. Por último, también había términos que desconocía (coincidencia exacta, coincidencia exacta garantizada, coincidencia aproximada autorreparada...) y que ahora he incorporado a mi glosario personal, es decir, a mis conocimientos sobre esta asignatura (sobre la que, me estoy dando cuenta, nunca se deja de aprender).
Además de esto, Déjà Vu puede traducir los lexicones de forma automática para así crear bases de datos a partir de proyectos ya existentes. Esto, como es lógico, también afecta a la calidad de la gestión del proyecto de traducción, puesto que el gestor puede distribuir un glosario unificado a todos los miembros de un equipo de traducción y la calidad de la traducción final y el trabajo del traductor serán mucho mejores.
¿Y las desventajas?...
La única desventaja de Déjà Vu parece ser, por lo tanto, que hay que acostumbrarse a todas estas funciones, pero yo no considero esto un obstáculo, dado que, como con cualquier programa que tenga una interfaz mínimamente intuitiva (como es el caso), cualquier usuario puede acostumbrarse rápidamente a su uso. Además, como cualquier programa de cierta calidad, ocupa mucho espacio en el disco duro del ordenador, pero creo que estos son problemas menores y más si tenemos en cuenta todas las ventajas que ofrece.Podría concluir que este artículo dedicado a las distintas funciones específicas de Déjà Vu me ha sido de gran utilidad para ampliar mis conocimientos sobre dicho programa; de hecho, había funciones que no conocía, pero incluso sobre las que ya conocía he descubierto nuevos aspectos. Por último, también había términos que desconocía (coincidencia exacta, coincidencia exacta garantizada, coincidencia aproximada autorreparada...) y que ahora he incorporado a mi glosario personal, es decir, a mis conocimientos sobre esta asignatura (sobre la que, me estoy dando cuenta, nunca se deja de aprender).
Recomiendo encarecidamente visitar la página web de ATRIL, donde pueden verse vídeos explicativos sobre el uso de Déjà Vu.
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(1) H. Gauna, Daniel: «Nuevas vistas a la traducción con Déjà Vu» en Panace@, vol. 10, n.º 29, junio de 2009, accesible en: http://www.medtrad.org/panacea/IndiceGeneral/n29_tribuna-Gauna.pdf [Consulta: 3/V/2012]
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